Si sentís que tu deseo sexual se apagó, estas pueden ser algunas de las razones
Mientras que la ciencia nos habla sobre la importancia de tener una vida sexual activa, no es extraño encontrarnos en la situación de no tener ganas de tener sexo. ¿Cuáles son los principales factores que pueden disminuir nuestra líbido?
22 de enero de 2024
¿Perdiste el deseo sexual? - Créditos: Pixabay
Tu pareja te tiene que insistir varias veces y, a lo mejor cedés, pero sin muchas ganas. Ya no sos la que proponés porque ni se te cruza por la cabeza tener relaciones sexuales (¿qué era eso?). En pocas palabras: tenés la libido por el suelo. ¿Por qué te sucede esto? Hay ciertos factores que podrían provocarlo.
El estrés
Es el enemigo número uno del sexo. Es que, cuando estás sobrepasada, es muy difícil encontrar el momento o entrar en el mood "cachondo".
“Para los hombres, la actividad sexual parece ser un reductor del estrés, pero para las mujeres no lo es. Tienen que lidiar con su estrés primero", sostiene en Women´s Health, Lauren Streicher, profesora clínica de obstetricia y ginecología en la facultad de medicina de la Universidad Northwestern, EE.UU.
Problemas sexuales
Otro factor que puede incidir es que sientas dolor o incomodidad "ahí abajo" cuando tenés sexo. También, la falta de orgasmos puede disminuir el deseo sexual.
Tu estilo de vida
Tomar demasiado alcohol puede afectar tu deseo sexual. En el caso del tabaco, fumar disminuye el flujo sanguíneo, lo que puede disminuir a su vez, la excitación. El sedentarismo y la mala alimentación también podrían atentar contra tu libido.
Medicamentos
Ciertos medicamentos recetados, en especial los antidepresivos, disminuyen el deseo sexual.
En el sexo: más es más
"Está bien documentado que, cuanto más sexo tenés, más querés, pero dar esos primeros pasos no siempre es fácil", afirmó en Women’s Health, la autora y experta en relaciones sexuales Sammi Cole.
Para empezar a calentar el terreno, la experta sugirió probar con la masturbación. "Te permite hacer tanto o tan poco como quieras, alcanzar el clímax en tu propio tiempo y redescubrir el placer físico sin la presión de un compañero", dijo.
También, recomendó recurrir a la memoria para incrementar el sex drive. "La excitación y el deseo sexual se originan en el cerebro, no en los genitales. Entonces, para sentir que querés sexo, primero debés descubrir qué es lo que mentalmente te excita. Podría ser un recuerdo, una fantasía sexual específica, un cierto olor o un estímulo visual. Si no estás segura ¡es el momento de experimentar!", propuso.