Sexo kinky: ¿qué es y por qué lo recomiendan?
Se contrapone al sexo vainilla o el convencional y confortable. Hace poco la actriz Emma Watson dijo que a ella le fascina. Enteráte en qué consiste el sexo kinky, que engloba a varias prácticas y que posiblemente ya lo hayas probado sin saberlo.
5 de junio de 2023 • 12:00
Sexo kinky, te contamos qué es y por qué está bueno probarlo - Créditos: Getty
Quizás lo estás practicando desde hace años y recién ahora te vas a enterar que se denomina así. El sexo kinky es una forma de nombrar a una gran diversidad de prácticas sexuales que -podríamos decir- que quedan por fuera del sexo tradicional.
Hace unos días, la actriz Emma Watson, una abierta defensora de la igualdad de género y el empoderamiento femenino, admitió que se siente fascinada por la cultura kink.
En una época en la que las diversidades quieren ser visibilizadas, “el sexo kinky incluye todas las prácticas que están por fuera de lo convencional”, nos explica la sexóloga y psicóloga Denise Regadío.
El sexo kinky también podría definirse en oposición a lo que se suele llamar el sexo vainilla. ¿Qué es esto? Los encuentros sexuales más tradicionales caracterizados por ser más románticos.
Elementos del sexo kinky
El sexo kinky involucra a una, dos, tres o todas estas prácticas diversas:
Juego de roles, disfrazarse
Dirty talk o hablar sucio
Juegos con distintos accesorios y juguetes sexuales
Encuentros con más de una persona en lugares extraños, en lugares al aire libre (como el dogging)
Bondades de dominación y los fetiches
Tríos
Evolución de nuestra sexualidad
El sexo que practicamos por primera vez y luego, durante nuestros veintes, treintas y cuarentas, es completamente diferente en cada etapa. Lo cierto es que la madurez nos lleva a una búsqueda de nuevas experiencias, tanto para parejas monógamas, como polígamas, según pasan los años.
“Con el sexo kinky está la necesidad de demostrar que hay diversidad en el deseo, en el goce y que cada uno tiene que indagar qué es lo que le gusta, analizar a dónde va su deseo y también permitirse explorar y saber que nuestra sexualidad puede ir cambiando a lo largo de nuestra vida. Eso que en algún momento nos excitaba, puede dejar de hacerlo y viceversa”, explica la experta.
La clave está en ir explorando sus prácticas para ir viendo con qué la persona se va sintiendo cómoda. “El goce es diverso y puede haber tantas formas de sexualidad y de gozar como personas haya”, concluye.
Especialista consultada: Lic. Denis Regadío, psicóloga y sexóloga. IG: @invasiong.