Día Mundial del Té: por qué cada vez más los argentinos eligen tomarlo y tres experiencias de sommeliers que vas a querer conocer
Consejos para animarse a emprender y, también, esos trucos para que el té salga justo a punto
21 de mayo de 2022 • 00:02
Día Mundial del Té. Foto: Canva
El té se convirtió en la bebida más consumida dentro del hogar después del mate. ¡Sí! Desplazó al café hacia un tercer puesto. La pandemia no hizo más que reforzar su lugar en el ranking. ¿Por qué? Tomar consciencia de la salud y de la necesidad de ingerir bebidas cada vez más beneficiosas para el organismo podría ser una de las principales causas. Bajar el estrés, ayudar a la digestión y a conciliar el sueño, ¿qué más se puede pedir?
Diego Morlachetti, de la Escuela Argentina de Té, nos contóque durante la pandemia por Covid creció el interés por aprender y promover la cultura del té: “Durante el 2020 se duplicó el interés en las carreras vinculadas al té, por la rápida salida laboral. Comparado con otros rubros, los emprendimientos de té conllevan un nivel de inversión relativamente bajo en maquinaria e insumos”.
1. Yadu Tea Blends: madre e hija crean sus propios blends
En la ciudad de Salta, madre e hija crearon Yadú: nació en pandemia, creció y este año proyectan vender su té a todo el país.
En la ciudad de Salta, madre e hija crearon Yadú (que significa magia), una empresa familiar pensada durante la pandemia y lanzada justo hace un año. María Soledad Suaina es ingeniera Agrónoma y Débora Martel, su mamá, es sommelier de té y máster tea blender, certificada por la Escuela Argentina de Té. Juntamos comparten la dirección técnica y empresarial de su emprendimiento de té: “La tradición de té en la familia siempre estuvo presente –dice Débora-, y en 2018 comenzamos junto a mi hija a buscar información acerca del té e investigar cómo capacitarnos. Hasta ese momento no pensábamos que nuestra pasión podría convertirse en un negocio, era por pura curiosidad y placer”.
Después de capacitarse, la idea de un emprendimiento en común comenzó a germinar, durante la pandemia se profundizaron las ganas y el 6 de mayo de 2021 nació la marca. “Primero pedimos ayuda a una empresa de marketing para que nos asesore con el diseño de marca, con la web con tienda online y con las etiquetas. Después, nos sentamos a diseñar blends e intentamos abarcar todos los paladares, por eso incluimos florales, tradicionales, especiados, y uno al que llamamos ‘auténticamente argentino’. En mayo del año pasado lanzamos la marca a pesar de la pandemia, y nos fue bien: nos aceptó el mercado salteño. Abrimos dos locales, uno en la ciudad y otro en un sitio en las afueras. Además, vendemos y asesoramos a hoteles y confiterías para que además de vender nuestros blends, también puedan atender bien a sus clientes”, nos contó Débora.
Como estrategia de marketing, también menciona la incorporación a una sociedad salteña llamada “Almacén emprendedor”, donde se difunden distintos proyectos locales, para potenciar su negocio. La dueña de Yadú cree que la necesidad de incorporar hábitos cada vez más saludables hizo que cada vez se elija más el té. Como materia pendiente dice que todavía cuesta incorporar el té helado como bebida refrescante. Confía en que se vaya logrando. Ellas, con su hija, crecen y crecen: este año proyectan vender su té a todo el país.
- Su té más buscado: los blends frutados, que son los sabores más dulces y perfumados. En segundo lugar, están los blends más especiados, con sabores más fuertes, generalmente con canela o clavo de olor. Y, por último, aparecen los blends más suaves y los tradicionales.
2. Té & Compañía: inspirada por la filosofía del bienestar y lo simple
Adriana Hardinguey, máster tea blender y couch de té y bienestar, es la fundadora de Té & Compañía
Desde Neuquén, la fundadora de Té & Compañía, Adriana Harguindeguy, Master Tea Blender y Couch de té y bienestar, nos contó: “Té & Compañía es un proyecto familiar inspirado luego de un viaje a China y Hong Kong. Junto a mis hijos y a mi marido queríamos lanzar este emprendimiento hace unos años, pero no nos animábamos, así que tomamos la pandemia como una oportunidad”. ¿Cómo hicieron realidad este deseo? “Durante la pandemia, conectarnos con rituales sencillos que, a su vez nos conectaron con la calma, la felicidad y el disfrute, para mí fueron vitales. Me ayudaron a transitar el aislamiento y por eso también me dieron ganas de expandirlo a través de mi emprendimiento”, nos confiesa Adriana.
Cuenta que su marca está inspirada por la filosofía Hygge, como forma de vida que relaciona la felicidad con los momentos simples y cotidianos, como puede ser quedarse en casa y disfrutar de un rico té en tu taza preferida. “La felicidad vive dentro de cada ser humano y nos pertenece a todos. En Té & Compañía amamos este concepto y elegimos compartirlo por medio de nuestra marca pensada para que disfruten nuestros blends con accesorios que enamoran”. En julio de 2021 abrieron su primera tienda en Neuquén y hoy ya distribuyen en varias provincias. “Paso a paso, nuestro emprendimiento va siendo cada vez más federal”.
- Su té más buscado: el blend Disfrutá Patagonia es un clásico, por su combinación de frutos rojos, hibisco, manzana y vainilla. También se pide muchísimo el Blend Viajá Chai con una base de té negro de Ceylon, y el blend Viví, inspirado en China, con base de té verde combinada con jazmín y rosas
3. Couchea.te: en homenaje a su abuela
Té & Compañía nos acerca una receta de Gin tónic de Viajá Chai y naranja que es una delicia - Créditos: Raquel Galarza
Romina Rubiño es sommelier de té, Master Blender de té y coach en meditación y té (entre otros títulos). Sin embargo, a ella le gusta presentarse simplemente como “la chica del té”, alguien dedicada a brindar experiencias de alto impacto con el té combinando distintas disciplinas holísticas: “En diciembre de 2019 se me ocurrió hacer un emprendimiento de té vinculado a las catas. Pero, cuando arrancó la pandemia tuve que cancelar las catas que ya tenía vendidas hasta agosto de ese año, y en mayo del 2020 modifiqué el enfoque y comencé a vender los tés como Couchea.te”.
Su verdadero amor por el té comenzó en su infancia y dice que se lo transmitió su abuela. “Todavía recuerdo volver del Jardín y encontrarme con mi abuela esperándome con un té negro, con la mesa preparada con la tacita y con una tetera que tengo hasta el día de hoy. Fue ella quien me inició en este mundo. Mi abuela decía que el té era una forma de compartir el amor con las personas que uno quiere”.
El emprendimiento de Romina tiene el foco puesto principalmente en dos áreas: la sustentable y la social. Por un lado, prioriza que todos los productos que vienen de la tierra puedan volver a ella; por eso se utilizan elementos reciclables y compostables. Y, por otro, busca trabajar y conectar con personas y proveedores en situación de vulnerabilidad: “Trabajamos con un grupo de 12 mujeres de quienes primero fui mentora y a quienes tuve la suerte de poder capacitar en el mundo del té a través de un programa llamado San Isidro Emprende. Ellas lograron montar su taller luego de 3 años de capacitarse, y ahora son mis proveedoras en saquitos de té”, cuenta.
Todos los boxes de Couchea.te tiene un nombre de mujer que refieren a algún momento importante de la vida de Romina, como es Victoria, por su abuela, o Paula por una médica oncóloga que estuvo en un momento muy delicado de su vida. “Es un emprendimiento muy femenino, muy power y que tiene mucho amor”, lanza.
- Su té más buscado: los tés que están relacionados con la relajación, como es el Blend Relajate, a base de té verde, que tiene tilo, lavanda y melisa. Y los tés vinculados con la digestión o la energización, como es el Blend Activate, que tiene manzanilla, cedrón, lemon grass (activa toda la parte digestiva) y jengibre a base de té verde.
Algunos consejos de las expertas
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La temperatura del agua: jamás tiene que hervir el agua. Para los tés blancos y verdes se recomienda que la temperatura del agua esté a 80 grados. Para los tés negros, entre 90 y 95 grados está bien. Y para el té oolong ulon y el té pu-erh, entre 80 y 90 grados está perfecto.2
El tiempo de infusión. Lleva solo 2 minutos los tés blancos y verdes, y el resto, 3 minutos.3
Romina de Couchea refuerza que “siempre hay tiempo de dejar un ratito más el saquito infusionando en la taza si sentís que le falta un poco de potencia. En cambio, si lo dejás, te vas hacer otras cosas y pasaron más de 5 minutos, probablemente esté intomable”.
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