The Sopranos cumple 25 años: las claves del éxito de una de las mejores series de la historia

Para mí sería imposible pensar en The Sopranos sin James Gandolfini y creo que él es una de las principales razones de por qué la serie es tan brillante. No hay dudas de que Tony Soprano fue el gran personaje de la carrera de un actor maravilloso, pero es indudable todo lo que él hizo por el personaje. A ver, con muchísimos matices y sutilezas, este gran mafioso norteamericano logró robarnos el corazón y por primera vez crear la figura del antihéroe como protagonista. Siendo súper humano y con la flexibilidad de mostrarlo vulnerable en sus sesiones de terapia al mismo tiempo que cruel a la hora de definir el destino de sus enemigos, cada gesto, cada mirada y cada movimiento construyeron un universo verosímil alrededor de una historia de por sí rupturista. Ver a Gandolfini interpretando a Tony es verlo brillar, en cada segundo de la filmación.

Que se le vuelen los patos a un mafioso fue, de por sí, un puntapié brillante. A la hora de analizar una serie de televisión (o cualquier producto cultural) el contexto en el cual se desarrolló y estrenó es fundamental. The Sopranos fue una de las primeras series en estrenar en 1999, mucho antes de que HBO fuese lo que es hoy y muchísimo antes de que las plataformas de streaming si quiera fuesen una posibilidad. ¿Pero saben a qué también fue anterior? A la nueva ola de movimientos feministas, a hablar de masculinidad tóxica, de que el tema de salud mental fuese algo presente en la agenda y que hacer terapia sea tan cotidiano (y charlado) como es hoy en día. Obviamente que si uno quiere quedarse con que The Sopranos es una clásica historia de mafiosos, puede... pero desde mi perspectiva estaría disfrutando tan solo un 15% de la historia.

Pero así como les digo que si querés quedarte solo con la historia del mafioso te estás perdiendo todo un mundo, también les digo que la cinematografía de The Sopranos va a ser una de las mejores que vean en la pantalla chica. No solo porque cuando estrenó su producción estaba muy alejada de las condiciones y presupuestos enormes que hoy disfruta (e hicieron maravillas), sino porque junto a Twin Peaks demostraron que la televisión era un formato igual de valioso que el cine. Lejos del concepto de 'caja boba', en The Sopranos vemos la atención al detalle de sus directores y guionistas que supieron aprovechar todos los recursos heredados de El Padrino (hasta incluyeron varios guiños a la gran película de Francis Ford Coppola) para sumarle drama familiar, elementos sociales y de actualidad.

Si bien la gran estrella de The Sopranos es Tony, otra de las cosas que la serie hizo súper bien fue construir un ecosistema de personajes que fueron igual de interesantes. Podés empatizar más o menos con cada uno de ellos, pero desde Dra. Jennifer Melfi hasta Carmela, para pasar por la lista de secuaces (mi favorito para siempre, Paulie Gualtieri) y otros inolvidables como la madre de Tony (acá el dato de color: la actriz que le daba vida falleció y recrearon parte de su actuación con, en ese momento, tecnología de punta).

Por último creo que la capacidad de envejecer de The Sopranos y convertirse en una ficción legendaria, es otro de los elementos importantes de por qué su éxito sigue tan presente. No es exagerado decir que sin la ficción de David Chase no hubiese existido Breaking Bad, Mad Men, Boardwalk Empire o hasta el mismísimo Dexter. Pero tampoco es mentira decir que si hoy volves a mirar la serie, ese rewatch sigue siendo tan fantástico como la primera vez. A pesar de los cambios en la tecnología. A pesar de los eventos catastróficos que sucedieron después de su estreno. A pesar de cómo la humanidad cambió para siempre. La inteligencia de The Sopranos de ir a temas más profundos sobre la mismísima existencia del ser humano, la transformaron en una serie totalmente atempora.