Womance o por qué los amigos son el verdadero amor de nuestras vidas

#videoclub, mi cine debate online, me permitió conversar sobre la manera en que habíamos aprendido a amar, y la diversidad de perspectivas me dejó en claro que el amor tiene muchas formas y que cuanto más diversas fueran esas fuentes de amor, menos tambaleaba mi mundo cuando flaqueaba. Familia, amigas, compañeros animales, pareja, comunidad, todo puede ser una gran fuente renovable de energía y amor. 

Mientras coloreo 20 cosas que aprendí del cine y el amor y pongo el foco en el tartán de Cher en Clueless, la historia de mi vida se hace obvia y la verdad se revela: todos los problemas de pareja en las películas –y la vida real– están basados en problemas de comunicación: mala, poca e incluso opuesta.  

Poder decir lo que sentimos, lo que deseamos y lo que pensamos a veces es difícil con una pareja, pero... ¿nos pasaría eso con una amiga?  

Fue una amiga la que me cantó las 40 cuando lo necesitaba pero no lo quería ver, también fue una amiga la que me regaló una terapia que no sabía que tenía que hacer pero que ella sabía que iba a ser un salto cuántico en mi vida. Y no podría ser otra que una amiga que, llorando, me dijo que mi ex ya estaba en pareja cuando yo estaba intentando volver.  

El amor de y hacia mis amigas no es incondicional, al contrario, tiene bases y condiciones tan claras que la comunicación fluye y sucede sin miedo a la vulnerabilidad, al silencio y los temas más banales de la vida. Y eso quiero que sea siempre el amor. 

* Marou Rivero es socióloga, influencer y autora del libro para colorear 20 cosas que aprendí del cine y el amor