Metabolismo lento: estas son las 4 señales que te van a ayudar a identificarlo
Además de generar complicaciones para el bienestar físico, el metabolismo lento puede ser dañino para la salud mental. A continuación, te compartimos claves para que lo identifiques.
10 de noviembre de 2023 • 17:27
El cansancio desmedido es una de las claves para identificar las fallas en el metabolismo.
Popularmente, cuando se habla del mal funcionamiento del metabolismo se lo relaciona de manera directa al aumento o la pérdida de peso. Sin embargo, el metabolismo lento trasciende el aspecto físico de la persona, ya que puede traducirse en problemas para conciliar el sueño, piel reseca y hasta migrañas y, no tratado, incluso llega a afectar la salud mental.
La coach nutricional y dietista Paola Procell destaca que es muy importante prestarle atención a las señales del cuerpo y comparte una lista de síntomas a tener en cuenta al momento de consultar con un profesional de la salud.
Cuatro claves para identificar un metabolismo subóptimo:
Piel deshidratada e irritada
Según explica Procell, las fallas en el metabolismo afectan la formación adecuada de lípidos, ácidos grasos esenciales que protegen la piel. Es por eso, que hay que prestar atención a la resequedad e irritación cutánea.
Cabello fino, excesiva caída
La mala circulación sanguínea y deficiencia de nutrientes debido a una disfunción metabólica, como detalla Paola Procell, pueden provocar el debilitamiento del pelo y una pérdida excesiva del mismo.
Fatiga, dificultad para regular la temperatura:
Procell señala que el objetivo principal del metabolismo es generar energía y, si no funciona como corresponde, hay altas probabilidades que se manifieste en agotamiento y cansancio desmedido. De la misma manera, la falla en este proceso del cuerpo afecta la circulación sanguínea, impactando de manera directa la regulación de la temperatura corporal
Estado de ánimo decaído:
Las señales del mal funcionamiento del metabolismo también se manifiestan en el ánimo ya que la inflamación cerebral puede alterar las señales entre tus neurotransmisores, encargados de regular la química y las hormonas en tu cuerpo, generando efectos depresivos.