10 hábitos para generar bienestar personal y profesional en un mundo hipertecnológico

1. Despertar en modo slow: Que lo primero que veas al despertar sea la luz del día y no tu celular. Esto evita un pico de estrés y mejora tu predisposición para el día.
    
2. Pausas activas: Durante el día, realizá pausas para estirarte, respirar profundo o tomar un vaso de agua. Esto reduce la tensión y te reenergiza.
    
3. Desactivar notificaciones: Silenciar el celular o activar el "modo avión" te permite disfrutar de momentos de calidad con tus seres queridos o concentrarte mejor en el trabajo.
    
4. Curar tu consumo digital: Elegí conscientemente a qué le dedicás tu tiempo en redes sociales, grupos de WhatsApp o series. Darse de baja de lo que no aporta libera tu mente.
    
5. Planificar actividades pendientes: Anotá aquellas cosas que querés hacer pero sentís que no tenés tiempo (leer, aprender algo nuevo, viajar) y ponelas en tu calendario para concretarlas.
    
6. Permitir momentos de ocio: Aburrirse también es necesario. Esos espacios pueden dar lugar a nuevas ideas.
    
7. Moverse todos los días: Caminar sin celular, subir escaleras en lugar del ascensor o andar en bicicleta mejora el ánimo y libera tensiones.
    
8. Conectar con la naturaleza: Sentarse a observar los árboles, sentir el sol o caminar descalzo sobre el pasto genera un reset mental y emocional.
    
9. Cultivar momentos valiosos: Invertí tiempo en actividades que sumen bienestar, como reír con amigos, jugar en familia o abrazar a tus seres queridos.
    
10. Priorizar el descanso: Alejar las pantallas al menos 40 minutos antes de dormir favorece un sueño reparador y la regeneración neuronal.

Según la experta, incorporar estas prácticas también en el trabajo es posible. Reuniones al aire libre, desafíos de desconexión digital, organizar el horario de envío de correos y respetar los fines de semana son acciones que contribuyen a un entorno laboral más equilibrado.

“Vos sos el arquitecto de tu bienestar: cuando ponés conciencia en cómo vivís y trabajás, todo empieza a encajar. No se trata de hacer más, sino de hacerlo con sentido”, destaca Pizarro.