Kimonos: son pareja y combinaron sus grandes pasiones para crear una línea de indumentaria

¿De dónde surgió esa fuerza emprendedora que los hizo llevar su propio arte a un producto?

Es una suma de cosas que tienen que ver con nuestras características como personas inquietas, con un alto nivel de seguridad en que lo que hacemos; no solo tiene una carga de amor, calidad, compromiso y profundidad, sino también una unión que podríamos definir como humor y amor en un contexto insólito, hostil, surrealista y muy complejo para toda la humanidad. Tener ideas y realizarlas es lo mejor que nos puede pasar en muchos sentidos como creadores y como pareja.

¿Cómo es emprender en pareja?

Es una hermosa forma de juntar una pila mas de problemas para superarlos, ¡o no! jajaja. El desafío es lo que nos moviliza. Como todos los objetivos en la vida. En eso somos muy parecidos. Sin movimiento, problemáticas y riesgo no hay creación. Por suerte lo llevamos con una complicidad amorosa efervescente con destellos de fluorescencia mágica.

El cadáver exquisito es un método de creación colectiva creado por el Movimiento Surrealista en 1925. Se basa en que cada uno de los participantes escriba una palabra o frase en un papel y doble la parte superior para que el participante que sigue no vea lo escrito y pueda escribir su palabra o frase sin condicionamientos o influencias de los otros jugadores. Cuando el papel se desplega se forma un texto, una poesía, a veces completamente incoherente y a veces con coincidencias fascinantes. Sofía & Alfonso reinterpretaron este método y lo llevaron al arte plástico.

“Inventamos nuestro propio sistema creativo, nuestra versión del cadáver exquisito. Teníamos muchos cartoncitos de formularios del correo (ese año Alfonso sacó su tercer libro con una recopilación de sus collages de 1993 al 2019 y los vendía por Instagram y los enviaba por correo). Teníamos muchísimos.”, cuenta Sofía.  “Entonces le propuse a Sofía hacer manchas con acuarelas que yo no viera hasta el momento de intervenirlas con dibujos en tinta china. Sin ponernos de acuerdo en el resultado final.”, completa Alfonso.

Así, ese año en el que todos estábamos encerrados, ellos produjeron más de 300 obras que vendieron por Instagram y como son una máquina, también editaron un libro recopilando parte de esa primera etapa. Después fueron aumentando el tamaño de los papeles, la colección aumentó a 500 obras y un día a Sofía se le ocurrió estampar las obras en remeras. El resultado fue explosivo.

¿Por qué eligieron el kimono como prenda clave?

Sofía: Yo tenía la inquietud de hacer mis propios Kimonos desde hace rato. Los kimonos originariamente varían según el sexo, la edad, la época del año en que se usa y nosotros rompemos esa tradición oriental haciendo kimonos unisex, tipo chaqueta y sin lazo porque en toda la tela se despliega nuestra obra y tiene tantos detalles en la espalda, laterales, vistas del cuello, que no queremos que se pierdan interponiendo telas al cerrarlo. Las temáticas impresas también son bastante originales y disruptivas para lo que sería un kimono tradicional. Jugar con eso nos fascinó. ¿Imaginan un japonés usando un kimono con una mujer extraterrestre con pterodáctilos volando o una calavera bailando o una geisha jugando al básquet con un oso panda? Y sin dudas, lo que impacta en el kimono es que son nuestros dibujos a mano, llevados a la tela.

Alfonso: Siempre hablábamos de lo estándar, aburrida y cara de la ropa que se ve por lo general en la calle. ¡Y pum! Evidentemente hacía falta ropa con estas características porque la respuesta del público fue muy buena. Había lugar para algo auténtico con simbología y precios populares, base surrealista, referencias pop/kitsch y hasta un poco psicodélica de vanguardia.

La colección de kimonos de Sofía & Alfonso consiguió plasmar lo que son como creadores en una colección única, auténtica, inclusiva, accesible y muy poco común en el mundo del diseño de ropa. Pero está claro que su historia como artistas multifacéticos no va a terminar acá.

¿Si pudieran soñar cómo sigue esta historia, para dónde va?

Soñamos con hacerle el vestuario a una película de Almodóvar y lo vamos a lograr. Estamos seguros.