3 herramientas para acompañar las emociones de los chicos ante la crisis económica
María Laura Lezaeta es Psicóloga infantil, co-autora del libro EmocionadaMENTE y co-fundadora de JUEGOlogía, brinda herramientas para acompañar a los chicos en este tiempo de crisis e inflación que preocupa a la mayoría de las familias.
4 de marzo de 2024
Cómo hablar con nuestros hijos de la crisis para ayudarlo a transitar preocupaciones. - Créditos: Getty
Con el alto incremento en muchos precios, producto de una crisis económica de nuestro país, es esperable que haya tensión, malestar y angustia en las familias, que buscan darles lo mejor a sus hijos/as, pero en muchos casos deberán ajustar sus gastos y quizás no poder darles los gustos que imaginaban.
Los chicos, chicas y adolescentes no son ajenos a todo lo que sucede, perciben este clima emocional y por eso es muy importante que podamos acompañar sus emociones y sentimientos en estos momentos, para que aún con las dificultades económicas, sientan el acompañamiento y la contención de su familia.
Sabemos que en menor o mayor medida, desde edades cada vez más tempranas, los chicos tienen acceso a los contenidos que comparten y se difunden en los medios de comunicación, por lo que escuchan y ven las noticias sobre las medidas económicas que se están llevando a cabo en nuestro país. También, oyen en conversaciones de adultos o en reuniones sociales los comentarios respecto a este tema, por lo que podríamos decir que no son ajenos a esta situación tan difícil.
Por eso, creemos que es sumamente importante brindar herramientas que ayuden a las familias a transitar esta situación tan compleja.
1- No les ocultes la situación familiar
En muchos casos, algún integrante de la familia (madre/padre/cuidador) ha quedado sin trabajo y/o está atravesando una situación difícil en su economía y esto puede generar un clima familiar en el que predomine cierta tensión, angustia y malestar. Los chicos, chicas y adolescentes no son ajenos a dicho contexto, por el contrario, son sensibles y “captan” ese clima familiar. Si tratamos de esconder el tema se les puede generar confusión, más dudas y emociones de ansiedad, preocupación, miedo y/o angustia.
Es importante no dejarlos afuera de asuntos familiares importantes (como lo es la pérdida de un trabajo). Muchas veces, pensamos que ocultándoles la verdad podremos evitarles sufrimiento, pero la realidad es que ellos/as de todos modos notarán cambios en la dinámica familiar y también “captarán” las emociones de sus figuras referentes. Por eso es importante habilitar un espacio de diálogo con ellos y contarles la verdad, adaptando siempre la información de acuerdo a la etapa evolutiva en la cual se encuentre ese niño o niña.
Al momento de abordar este tema con los niños, niñas y adolescentes es importante hacerlo con un lenguaje claro y contarlo con palabras simples, dándoles la oportunidad de procesarlo y hacer preguntas, en caso de que lo necesiten.
Si bien no vamos a tener todas las respuestas a sus preguntas, es importante transmitirles seguridad, contándoles que es una situación de crisis, que nos vamos a mantener unidos como familia y armando red con familiares, amigos y personas de confianza con quienes ayudarnos mutuamente. Esto no significa reprimir u ocultar nuestros propios sentimientos, ya que el mensaje que les transmitiremos es que “no está bien visto” expresar nuestras emociones y, por ende, podría dificultar que ellos puedan abrirse a nosotros y compartirnos sus emociones, preocupaciones y pensamientos.
Se aconseja, entonces, compartir nuestro sentir siempre y cuando podemos autorregular la expresión de las mismas y no hacer catarsis o desahogarnos con ellos, ya que podría incrementar aún más su angustia y preocupación.
2 -Darles lugar a sus emociones
Es importante propiciarles a los chicos momentos de juego libre para que puedan canalizar sus emociones a través del juego. Nuestro acompañamiento no solo tiene que ser el de contener y acompañar su sentir, sino también en brindarles y propiciarles experiencias que les permitan elaborar y procesar sus sentimientos y emociones.
También, es aconsejable destinar en algún momento del día un espacio para que cada integrante pueda compartir con el resto sus necesidades, emociones y preocupaciones si las hay. Cuando compartimos con los chicos nuestras emociones y qué hacemos con ellas (por ejemplo, si estamos tristes, llamamos a algún amigo para compartir nuestra angustia) les estamos enseñando a ellos, a través de nuestro ejemplo, a que aprendan a cómo gestionar sus propias emociones.
3 - Ocuparnos de nosotros
Por último, pero primero en importancia, ocuparnos de nuestra propia salud emocional. Buscar espacios y momentos en los cuales los chicos no estén presentes para conversar temas que sean puramente para debatir y compartir entre adultos.
Muchas veces, pensamos que no nos escuchan porque están entretenidos jugando, pero en realidad lo que sucede es que están atentos a nuestras expresiones, gestos y el contenido de lo que compartimos con los demás. Por eso, es importante preservarlos de temas que no les competen a ellos para no ocasionarles mayor angustia.
Para acompañar las emociones de los chicos y chicas, primero tenemos que ocuparnos como adultos de atender y cuidar nuestra salud mental. Por eso es importante armar, más aún en momentos de crisis, una red de apoyo emocional con personas a quienes tengamos confianza para compartir lo que nos sucede y sentimos. En la medida en que atendamos nuestras emociones, podremos guiar y acompañar las de nuestros hijos/as.
Por María Laura Lezaeta, gentileza para OHLALÁ! María Laura es psicóloga infantil, co-autora del libro EmocionadaMENTE y co-fundadora de JUEGOlogía (@juegologia), donde desde hace varios años equipan y forman a profesionales de la salud y familias con herramientas lúdicas y terapéuticas para trabajar diferentes áreas cognitivas, emocionales y sociales en niños.