¿Cuál es el mejor momento para tener un segundo hijo?
En el caso de que estés pensando en agrandar la familia, hay ciertas variables para tener en cuenta antes de dar este paso. Una experta nos guía en esta decisión trascendental de tener un segundo hijo.
19 de octubre de 2024
No existe un momento ideal para tener un segundo hijo - Créditos: Getty
Si estás considerando darle un hermanito a tu pequeño, pero sentís dudas sobre el timing perfecto, ¡respirá profundo! No estás sola en esta viaje. La decisión de cuándo tener un segundo hijo es tan emocionante como desafiante.
Para avanzar en este tema, consultamos a Gabriela Ortiz, psicóloga especialista en vínculos familiares, que nos brinda una guía para determinar el momento perfecto para ampliar tu familia.
El mito del momento "ideal"
Antes que nada, dejemos algo claro: "El momento ideal es el perfecto para cada familia", afirma Ortiz, desmitificando la idea de que existe una fórmula mágica que funcione para todas. Así que relajate, no hay una receta universal.
Sin embargo, la experta señala algunos aspectos clave que deberías considerar antes de dar el gran paso. La estabilidad en la relación de pareja, la madurez emocional de ambos padres, la tranquilidad económica y el bienestar del primer hijo son fundamentales. Ortiz enfatiza en que es crucial que ambos padres se sientan listos para asumir la responsabilidad de un segundo hijo y que el deseo de agrandar la familia provenga de un amor mutuo y compromiso.
El timing perfecto para agrandar la familia depende de vos y tu pareja - Créditos: Getty
La diferencia de edad entre hermanos: ¿Cerca o lejos?
Ahora, hablemos de la diferencia de edad entre hermanos. Ortiz nos sorprende al revelar que no existe una diferencia de edad perfecta, ya que depende de las dinámicas familiares. Sin embargo, nos da algunas pistas interesantes.
Tener hijos con poca diferencia de edad, entre dos y cinco años, puede fomentar el desarrollo de una relación cercana entre hermanos y la posibilidad de compartir actividades similares. Además, los padres pasan por las etapas de crianza de manera más concentrada. Por otro lado, tener hijos muy seguidos puede generar mayor estrés para los padres en los primeros años, una posible sensación de desplazamiento en el hijo mayor y una demanda física y emocional intensa en un periodo corto.
En contraste, una mayor diferencia de edad tiene sus propias ventajas. El hijo mayor puede entender mejor la llegada del bebé, los padres tienen más tiempo para recuperarse física y emocionalmente, y existe la posibilidad de que el hermano mayor se convierta en un modelo para seguir.
Sin embargo, también puede ser más difícil que los hermanos compartan intereses comunes en la infancia y, si la diferencia es muy grande (más de diez años), existe el riesgo de confusión en los roles familiares. Ortiz nos aconseja que lo más importante es que cada miembro de la familia ocupe el rol correspondiente, siendo los padres los mediadores y generando un vínculo empático y amoroso más allá de la diferencia etaria.
La diferencia de edad entre los hijos es una variable para tener en cuenta - Créditos: Getty
Preparar al primogénito
La llegada de un hermanito puede ser un terremoto emocional para tu primer hijo, independientemente de la diferencia de edad. Ortiz nos da consejos valiosos para suavizar la transición. Involucrar al mayor en el proceso, desde elegir la decoración hasta sugerir nombres, puede hacerlo sentir parte importante de este cambio. Asegurar tiempo exclusivo de calidad con él es fundamental para que se sienta especial y no desplazado.
Es importante validar sus emociones, reconociendo que los celos son normales y permitiéndole expresarlos sin juicios. Hacerlo partícipe como tu "ayudante" en el cuidado del bebé también puede ser una estrategia efectiva para que se sienta valorado e importante en su nuevo rol de hermano mayor.
El impacto en la pareja
Seamos honestas, un segundo hijo puede poner a prueba hasta la relación más sólida, sin importar cuánto tiempo pase entre uno y otro. Ortiz advierte que la falta de tiempo para la pareja y el aumento de responsabilidades pueden generar tensión. Su consejo es mantener una comunicación asertiva y clara, estableciendo acuerdos previos a la llegada del nuevo integrante. Es fundamental que la pareja trabaje en equipo y se apoye mutuamente durante esta nueva etapa.
Un segundo hijo cambia por completo la dinámica familiar, por eso, la relación con tu pareja debe estar fuerte y consolidada - Créditos: Getty
El chequeo final: ¿Estás realmente lista?
Antes de dar el sí definitivo, Ortiz sugiere una reflexión profunda. Preguntate si te sentís emocionalmente preparada para las demandas de un nuevo bebé, si contás con una red de apoyo sólida y si has acordado con tu pareja cómo dividirán las tareas y responsabilidades. Es importante ser consciente de que cada experiencia de crianza es única y considerar cómo la diferencia de edad afectará la dinámica familiar.
La decisión es tuya
Al final del día, la decisión de cuándo tener un segundo hijo es profundamente personal. Como nos recuerda Ortiz, "no hay una escuela para padres". Cada familia es un mundo y vos sos la experta en el tuyo. Si sentís que tu corazón tiene espacio para más amor, tu mente está preparada para nuevos desafíos y tu hogar listo para más risas (y quizás algún que otro berrinche), entonces quizás sea el momento de embarcarte en esta hermosa aventura.
Recordá que no se trata del timing perfecto, sino de amor, compromiso y la disposición para crecer juntos como familia. Ya sea que decidas tener a tus hijos muy seguidos o con varios años de diferencia, cada opción tiene sus propias alegrías y desafíos. Lo importante es que la decisión se tome con amor, conciencia y preparación.