Fertilización asistida: cómo manejar las emociones durante el tratamiento
En el camino hacia la maternidad, no es raro que surgan emociones de todo tipo. Cecilia Taburet y Constanza Pereyra Esquivel , psicólogas especializadas en fertilidad, hablar de cómo aprender a manejarlas.
18 de octubre de 2022
Síndrome de la niña buena: es clave empezar a priorizarse una misma, aunque muchas veces ese paso sólo se logra con terapia. - Créditos: Getty
Hemos hablado de la importancia de un acompañamiento psicológico durante el tratamiento de fertilización asitida, porque se generan miedos, ansiedad, frustraciones que pueden abordarse en terapia. Esta vez, las psicólogas Cecilia Taburet y Constanza Pereyra Esquivel, enfocadas en fertilización asistida, señalan que en la práctica psicológica identificaron un sentimiento que consideran importante abordar: la envidia.
Hablan de la envidia hacia mujeres embarazadas, que aparece con bastante frecuencia sobre todo de aquellas personas que presentan dificultades para concebir o se encuentran en tratamiento de reproducción asistida. Este sentimiento sorprende a la propia persona y hasta puede llegar a sentir culpa al pensar o sentir impulsos destructivos hacia otros.
“El intento de mantener la envidia como ajena, de ocultarla, callarla y negarla puede repercutir sobre la autoestima de la persona y debilitar al yo”, señalan en un escrito que comparten con OHLALÁ! “Esto se ubicaría como un factor estresante más, que puede generar aislamiento y exacerbar la culpa”.
Según cuentan, Melanie Klein se dedicó a estudiar de cerca a la envidia y la definió como “un sentimiento de enojo contra otra persona que posee o goza de algo deseable siendo el impulso envidioso el de quitárselo o dañarlo”. Para esta autora, la envidia tiene una base constitucional de la psiquis del individuo, opera desde el comienzo de la vida y es la expresión de impulsos destructivos enlazados al sentimiento de frustración de un sujeto que no obtiene aquello que desea.
Este sentimiento se opone al amor y a la gratitud. Por este motivo, podría ser una intervención psicológica pertinente promover que el individuo pueda hablar sobre ella, validarla, aceptarla y comprenderla como una emoción que se relaciona con sentimientos muy profundos y singulares. Señalan las psicólogas que detrás de esta envidia se enmascara la tristeza, la "herida narcisista", el enojo por no lograr lo anhelado y se pondría en evidencia el miedo de no poder alcanzar el proyecto de vida tan significativo, como es el deseo de un hijo/a.
“Uno de los objetivos será propiciar la resignificación de este sentimiento, al contemplarlo como una emoción transitoria y específica de la situación que se está atravesando, ya que no se puede descontextualizar del proceso. Quizás en otro momento de la vida de estas personas, la noticia de un embarazo ajeno podría causar otras reacciones subjetivas más positivas”, reflexionan. Este tema forma parte de investigaciones cuanti-cualitativas que las expertas encararon sobre cómo se experimenta la envidia en la población que presenta dificultades reproductivas.
Expertas consultadas: Cecilia Taburet y Constanza Pereyra Esquivel. Integrantes de la Subcomisión de Reproducción Asistida, Visión Integral y Enfoque de Derechos del Colegio de Psicólogas y Psicólogas de la Provincia de Córdoba.