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Lactancia materna: ¿qué políticas públicas faltan para garantizarla en el ámbito laboral?

La puericultora Daniela Cimma explica por qué la leche materna "es el alimento del mundo". Habla de las materias pendientes para lograr que las mujeres puedan amamantar y trabajar.


La leche materna es más que un alimento: puede salvar vidas.

La leche materna es más que un alimento: puede salvar vidas. - Créditos: Getty



A nivel internacional y en conmemoración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (WABA) lleva al frente un lema para invitar a que pensemos la lactancia materna y el trabajo. Paradójicamente amamantar es un trabajo, invisibilizado y no valorado, pero un trabajo al fin. La lactancia es política, y como tal, debería ser garantizada por el cuerpo político desde todos sus espacios; pero esto no ocurre.

La puericultora Daniela Cimma sostiene: "Es un derecho humano, es soberanía alimentaria y debería estar protegida como lo que es: el alimento del mundo".

 

- ¿Qué significa que la lactancia materna es alimento para la humanidad?

-Es el alimento biológico que prepara la raza humana para sí misma. Desde la biología y desde lo fisiológico, el cuerpo prepara un alimento con una composición única, un alimento vivo que defiende a ese bebé que acaba de nacer, que lo protege y que lo nutre. No solo desde sus requerimientos y necesidades físicas, psíquicas, sino también a nivel emocional y vincular, la lactancia prepara las bases para ese vínculo de apego que tiene que darse para que un bebé pueda tener un adulto que lo cuida, que lo protege, que lo interpela. Entonces, desde ese lugar es que la lactancia es el alimento para la humanidad, es la norma de oro o la norma biológica para que nuestra especie pueda continuar sobreviviendo. 

Cimma reflexiona que los lemas mundiales quedan a mitad de camino cuando la sociedad en que vivimos opera (desde lo profundo) en la separación de madres y bebés desde el nacer. Y las realidades hacen que sea muy complejo sostener el deseo de lactar cuando el contexto lo hace cuasi imposible. Y se refiere a los obstáculos socioculturales que impiden que se garantice este derecho, perjudicando la salud física y emocional de todas las personas, así como también el presente y el futuro de nuestra humanidad.

- ¿Qué falta en relación a políticas públicas?

- Las políticas públicas no están a la altura de la lactancia para poder verdaderamente promoverla y garantizarla como derecho para todas las personas. Por ejemplo, las puericultoras que son las profesionales idóneas para acompañar las lactancias no tienen su ejercicio profesional reglamentado. Entonces, esto obstaculiza el acceso a un servicio de puericultura; es decir, hace que sea una cuestión más de élite que una garantía para todas las mujeres. 

Las políticas públicas tampoco acompañan en relación a los espacios de lactancia, a las licencias especialmente de maternidad y de paternidad porque una lactancia no se construye solo con una licencia de la madre, sino que debería repensarse toda la dinámica de las reglamentaciones del trabajo vinculadas a la lactancia para que esta pudiese ser una prioridad a la hora de repensar las licencias.

- ¿Cómo impacta el tema de las licencias?

- Esta desigualdad en las licencias está vinculada con la actual exigencia de la productividad, la falta de tiempo, la presión que impera desde los espacios laborales para que las madres vuelvan a sus trabajos como si nada hubiese pasado… Detrás de esto se oculta el: “dale un biberón”, para rápidamente poder continuar como si nada. Entonces desde los espacios laborales, desde las leyes vinculadas a los contratos de trabajo, no hay una garantía de derecho en relación a la lactancia. No se la prioriza. La norma debiera formarse sobre la base de que todos los bebés pudiesen ser amamantados, y desde esa idea elemental deberían desencadenarse las políticas laborales que ayuden a las mujeres a compatibilizar su esfera laboral con su rol de madre, pero en especial de madre lactante, un espacio que pueda promover que verdaderamente se lleve a cabo la lactancia durante el primer año de vida.

- ¿Qué fallas ves en el sistema sanitario?

-Cuando decimos que falla el sistema sanitario es que son escasos los profesionales de la salud que están formados en lactancia materna. Los que están formados lo hacen motu proprio. No hay una bajada desde el sistema de salud, más allá de algo discursivo en relación a la promoción de la lactancia. Pero no hay efectivamente políticas sanitarias, incluso en las instituciones sanitarias, que garanticen la lactancia. Muchas veces, en muchísimas instituciones, un bebé recibe un biberón por una enfermera, indicado por un pediatra, por un neonatólogo, por una ginecóloga. Los profesionales de la salud, muchas veces, no están a la altura de poder garantizar, promover y cuidar la lactancia materna, e incluso, muchas veces, la obstaculizan.

Campaña de lactancia materna, Tetas al descubierto, impulsada por Dani Cimma y Bi Universe.

Campaña de lactancia materna, Tetas al descubierto, impulsada por Dani Cimma y Bi Universe.

Al no saber de lactancia materna, al no interiorizarse en la lactancia como un hecho social, y vincular, como un hecho propio de la sexualidad de las madres y sus crías, entonces esto hace que tampoco haya el respaldo emocional que la madre merece en un momento tan sensible. La falta de concientización sobre el puerperio, sobre este momento de vulnerabilidad emocional que vive una madre, también hace y se reproduce en la falta de apoyo a la lactancia materna, porque tampoco se habla del puerperio de la promoción de la salud mental materna como debería ser y verdaderamente todo está vinculado.

- ¿Cómo se puede lograr la efectiva compatibilidad entre amamantar y trabajar?

- Para que una mujer madre que trabaja, “también” de forma remunerada, pueda sostener su lactancia desde el deseo y en compatibilidad con su trabajo fuera del hogar se necesitan estructuras que hoy no están dadas porque no convienen, porque tienen que ver con desmoronar el sistema patriarcal del que todos formamos parte. Estas estructuras involucran un cambio profundo a nivel político, económico, social y cultural … un cambio que implica sumar garantías de derechos a espacios que históricamente son invisibilizados: las madres y las infancias.

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