Niños altamente sensibles: cinco rasgos que los caracterizan
Los niños altamente sensibles suelen experimentar sus emociones con una marcada intensidad. Esto les permite disfrutar mucho más de algunas situaciones, pero también hace que sufran más cuando las circunstancias no son favorables. Por eso, saber cómo acompañarlos es clave.
23 de febrero de 2024
Niños sensibles: cómo son y qué cuidados tener con ellos. - Créditos: Getty
Muchas veces, lo que define a un niño altamente sensible es la incomodidad al ruido que suele generar en los otros. “Lejos de patologizar esta sensibilidad, me parece que la dificultad radica en quienes tienen que acompañar a ese niño, ya que es una sensibilidad que va en contra de la tendencia actual de no salirse de la norma”, explica el psicólogo infantil Francisco Padin.
Son niños que interpelan, en el buen sentido de la palabra, desde un posicionamiento distinto. Para el especialista, el desafío es repensar los rasgos de estos niños no desde el sentido común, en donde esta sensibilidad irrita al otro o hace justamente lo contrario: que se lo idealice como un niño tranquilo que no molesta: “A mi entender la sensibilidad de la que hablamos está más cercana a cierta precisión, casi quirúrgica te diría, de poder detectar, apreciar, incluso angustiarse frente aquello que no es dicho: la verdad. Y eso molesta, incomoda”.
A las causas de esa incomodidad hay que buscarlas en la tendencia actual a eliminar las diferencias y lo que sale de la norma. Y lamentablemente, en ese intento lo que queda difuminado es lo más íntimo y singular de las infancias y la niñez. Siguiendo esa línea, para Padin esta sensibilidad muchas veces es significada como patología, deficitaria o problemática.
Y por eso remarca la importancia de hacer foco en el lugar desde donde pensamos y significamos aquello que es distinto, que tiene otro color. “El trabajo que le toca al adulto cuidador, al educador, es poder acompañar y escuchar esa sensibilidad (y no tratar de suprimirla o eliminarla)”, advierte el especialista.
5 rasgos que tienen los niños altamente sensibles
Experimentan sus emociones con una marcada intensidad. Ya sea que se trate de alegría, enojo, ilusión, tristeza o cualquier otra emoción, lo que caracteriza a los niños altamente sensibles es que la viven con mucha intensidad. Esto les permite disfrutar mucho más algunas situaciones positivas y favorables, pero también los expone a sufrir en extremo cuando se presentan momentos adversos.
Tienen una gran capacidad de empatía. Por eso, suelen percibir ciertos detalles en situaciones sociales que a la mayoría se les pasarían por alto. Esta característica hace que no les cueste para nada ponerse en el lugar del otro, ya que conectan rápidamente con las emociones de los demás. Y si bien es un punto favorable, también presenta su lado negativo (cuando sufren por quienes los rodea, por ejemplo).
Tienden a sentirse sobreestimulados. Suelen sentirse incómodos por los ruidos fuertes y la sobrecarga sensorial. Este exceso de estímulos es otro rasgo de los niños altamente sensibles, que suelen abrumarse cuando tienen que procesar mucha información a la vez.
Tienen mucha sensibilidad. Son niños a los que se puede reconocer por su facilidad para detectar situaciones potencialmente conflictivas o registrar estados emocionales en los otros y en ellos mismos. Esta sensibilidad (que fue retratada muy bien en películas como Matilda, Forrest Gump o Harry Potter, por mencionar solo algunas) hace que todo el tiempo estén realizando un cuestionamiento del orden de los adultos y sus instituciones (con la sinceridad y la ingenuidad que los representa).
Piensan y analizan demasiado. Muchas veces, la gran empatía y capacidad para reflexionar que sienten los lleva a sobrepensar situaciones o a quedarse enganchados con circunstancias que les hacen experimentar emociones intensas (especialmente frente a injusticias o frustraciones).
Experto consultado: Francisco Padin. Lic. en Psicología (UBA). IG: @lic.francisco.padin