Sologamia: de qué se trata la tendencia de casarse con uno mismo
A la teoría de la media naranja se le contrapone esta exótica y fascinante tendencia: “casarse con una misma”.
6 de febrero de 2023
La influencer hindú, Kshama Bindu fue una de las primeras que se casó consigo misma. - Créditos: Instagram/@kshamachy
"Me he casado, me he casado conmigo, me he dado el sí, un sí que tardó años en llegar (…) porque yo -el gran amor de mi existencia-, no me llamaba, no me escribía, no me visitaba…”. Así arranca el poema “Canto Nupcial” de la maravillosa poeta argentina Susana Thénon (1935 - 1991). Un poema de amor a una misma —uno de los hits de la obra de la escritora— que da cuenta con humor y astucia poética de qué pasaría si volcáramos todo el romanticismo de las novelas a nosotras mismas, “el gran amor de nuestra existencia”.
Así como la monogamia y la poligamia, hablan de un vínculo con un otro o más de un otro. En el caso de la sologamia, ese “otro” del vínculo es una misma. Algunas se pueden preguntar:¿es elegir estar sola toda la vida? La respuesta es no. Si bien el término puede darnos la idea de “soledad”, quienes sostienen y practican ese tipo de unión, plantean que la sologamia permite una armonía con una misma que te empodera a la hora de vincularte con amigos, familia, compañero/as de trabajo. Las personas “sológamas o sologámicas” no tiene porqué ser solitarias, sino disfrutar y elegir “estar acompañadas por sí misma”.
En el primer capítulo del libro “Que sea mutuo o que no sea nada”, la psicóloga Paola Broll deja en claro: “El amor propio es el sentimiento de amor hacia mí”. Suena sencillo, pero no siempre lo es. Tal vez porque estamos formateadas culturalmente para dar amor a los demás, siempre estar “enamorada de alguien”, esperando que otro/a nos apruebe, nos escriba, nos diga que estamos lindas. ¿Qué pasaría si fuéramos conscientes y cultiváramos es sentimiento de amor hacia nosotras mismas desde chicas?
Louise Hay, una autora referente en el trabajo de autoconocimiento y amor propio, plantea que sentir amor por nosotros mismas significa optar por sentirnos a gusto en nuestra propia compañía y por cuidarnos. Esto implica ser pacientes con nuestros procesos, no juzgarnos cuando estamos en tiempos de caos y celebrarnos cuando tenemos una buena racha. La sologamia, en ese sentido, nos invita a pensar si eso que esperamos de una pareja, nos lo sabemos a dar a nosotras misma.
En el Camino del Artista —la biblia de la creatividad escrito por la estadounidense Julia Cameron— hay una interesante propuesta de conexión con nuestro yo creativo: “La cita con el artista”. Este ejercicio propone coordinar una salida con una misma como si fuera con otra persona. Invitarte al cine, llevarte a cenar, sacarte entradas para una obra de teatro, etc. Cameron afirma que así una puede inspirarse, seducirse y mirar el mundo con otro ojos. De alguna forma esta idea de “cita” puede ser una forma práctica de sologamia.
Los pioneros
Este último año, este tema cobró visibilidad gracias a la influencer hindú, Kshama Bindu, que fue la primera en dar el sí en el altar a ella misma. Le siguieron otros personajes como la modelo brasileña Cris Galêra y el italiano Nello Ruggiero. Más allá de hacerlo en los papeles, vestida de blanco y entrando a una iglesia, la idea de la sologamia puede pensarse como una invitación a revisar cómo me veo, me escucho, me cuido. Cuán comprometida conmigo misma estoy últimamente. Si me clavo el visto o me respondo al toque. Porque con alianza o sin alianza, es un hecho que una es la compañía más “para siempre” que se puede tener en la vida.