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Me siento sola, a pesar de estar con gente: cómo superar esa sensación de la mano de la psicología

"La soledad un sentimiento controversial", dice la licenciada en psicología Cecilia Taburet. La experta da algunas pautas para activar estrategias que permitan habilitar el encuentro con los otros.


Estrategias de la psicología para enfrentar la soledad.

Estrategias de la psicología para enfrentar la soledad. - Créditos: Getty



La soledad un sentimiento controversial. ¿Soledad es igual a aislamiento? ¿Es lo mismo estar solos que sentirnos solos? ¿Es posible estar siempre acompañados?

Para comenzar nos gustaría recordar lo ocurrido en la pandemia y el impacto que tuvo en el concepto y percepción de soledad debido al aislamiento y reducción de las interacciones sociales, lo que ocasionó un deterioro de la salud mental. Sin embargo, también llevó a impartir mayor conciencia sobre la importancia de las conexiones humanas, del lazo social e impulsó la búsqueda de nuevas formas de mantenerse conectados, como son los modos virtuales. Se observa que, luego del aislamiento por covid-19, muchas personas comenzaron priorizar ciertos vínculos, a hacerse tiempo para reunirse, a establecer relaciones más genuinas.

 

Cabe destacar que no es lo mismo estar solo que sentirse solo; ya que se puede estar rodeado de personas y, aun así, abrigar un profundo sentimiento de soledad como una experiencia subjetiva dolorosa. Por contrapartida y en respuesta a esto, en ocasiones para evitar esta sensación desagradable, pueden sostenerse vínculos afectivos y sociales nocivos que lejos de aportar bienestar y crecimiento mutuo, conllevan malestares significativos.

Por otro lado, siempre es posible que aún en contacto con un entorno social, el sentimiento de soledad esté relacionado con la sensación de no ser contenido, valorado o comprendido.

Finalmente se puede estar solo por elección o por la decisión de un disfrutar del tiempo a “solas”, para conectarse con uno mismo, abrir espacios de introspección, de reflexión y crecimiento personal.

Estrategias para encontrarse con otros

 

Los lazos sociales como sujetos biopsicosociales son esenciales para la existencia y desarrollo como humanos, posibilitan la supervivencia y protegen la salud mental, ya que abastecen sentido de pertenencia y permiten establecer relaciones duraderas y significativas. A su vez, el encuentro con el otro nos proporciona un desafío cognitivo que incrementa nuestras estrategias y habilidades sociales, funcionando como un estímulo mental.

​En el consultorio escuchamos personas que sufren por el hecho de estar solas. En ciertos casos, hay una soledad real, ya que el consultante se encuentra desprovisto o alejado de figuras de apego significativas, pero en otros esta soledad está causada por dificultades a la hora de relacionarse con los demás. Como terapeutas, consideramos que es importante tomar el sentimiento de soledad como una brújula que permita activar estrategias que permitan habilitar el encuentro con los otros.

 

Vale aclarar que es sustancial brindarse tiempo a solas para poder registrarse y reconocerse, contactar con uno mismo, ya que es posible que estar constantemente buscando estar ocupados o con mucha gente tenga en el fondo conductas evitativas, miedo a la autoescucha y tendencia a depositar el bienestar en el afuera. Esto último podría acarrear conflictos interpersonales, tensiones familiares, dependencia afectiva o demandas exageradas.

Es clave diferenciar la soledad por elección de la soledad involuntaria; también, la soledad como estado físico y la soledad como estado emocional, dado que la percepción de la soledad puede variar según la personalidad, contexto y circunstancias de cada persona.

Es conocido que los adultos mayores, por la etapa evolutiva en la que se encuentran, pueden apreciar de manera problemática a la soledad y ser susceptibles al aislamiento, temor de ser olvidados y excluidos. Por contrapartida, los jóvenes pueden orientarse a la soledad como modo de diferenciación, identificación y satisfacción individual.

 

La soledad es una condición básica de la existencia (venimos solos a este mundo y nos vamos de la misma manera), pero para que no se vuelva sintomática y persistente es necesario construir y sostener vínculos afectivos que se sostengan mutuamente.

Una opción posible es establecer contactos asistiendo a espacios grupales, mantener hobbys o deportes que impliquen compartir intereses con pares y afines.

Otra posibilidad es aprender a jerarquizar las relaciones, identificar cuáles son las que brindan bienestar o suman en el día a día.

Por último, sugerimos no dejar de hacer nada por el hecho de no encontrar compañía y aprender a disfrutar momentos como, por ejemplo, cocinarse, ir al cine o a tomar un café solos, lo que también aumenta la autoconfianza y la autoestima.

 

El sentimiento de soledad es una experiencia humana que ha existido a lo largo de la historia. Sin embargo, la percepción del sentimiento de soledad puede variar según las circunstancias personales y perspectivas individuales. Podríamos manifestar de acuerdo a lo observado en la clínica que, por el uso de la conectividad digital, y en muchos casos la disminución de la interacciones sociales de modo presencial, se generó un sentimiento de soledad más prevalente en muchas personas. El resultado es un intenso malestar. 

Es importante saber que hay modos de afrontar y superar ese sentimiento.

Lic. en Psicología Cecilia Taburet, gentileza para OHLALÁ! iG: @psico.ceciliataburet

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