¿Los niños que andan descalzos se enferman más?

"Hay muchas situaciones de aprendizaje que se nos escapan, si no los habituamos a estar descalzos”, dice Celeste y remarca que las infancias aprenden y descubren el mundo al estar en movimiento, teniendo contacto con el medioambiente, con las cosas. Los pies no son una excepción.

“Las niñeces tienen mayor sensibilidad en la planta del pie inclusive que en las palmas de las manos. Si bien el tacto enseguida lo relacionamos con tocar con las manos, es en los pies donde hay mayor registro y, al taparlos, sin darnos cuenta les estamos quitando la posibilidad de que se conecten con toda esa información que puede darles el medioambiente”.

Cuando son bebés, al estar en contacto con el suelo, dice que desarrollan la capacidad de comprender toda la información que ese medio les puede proveer: de acuerdo al tipo de piso aprenderán sobre lo blando, lo duro, las texturas si fuera alfombra, pasto o tierra. Y aclara que, antes de pararse (es decir antes de los diez meses aproximadamente) también es bueno que estén descalzos.

Ahora que sabemos los beneficios no debemos olvidar tener sentido común: es como dice Celeste, si un día de bajas temperaturas los vemos a ellos con frío habrá que ponerles medias y, si salimos al exterior, calzarlos. “Lo que hay que intentar es evitar el calzado antes de que realmente lo necesiten”.  

¿Se enferman más por andar descalzos? “No, en general nunca es la causa", alivia la respuesta de Celeste. Y dice que "no se van a resfriar ni enfermar por estar descalzos porque para eso se necesitan dos factores claves: que haya gérmenes circulando (que muchos se dan durante los meses de frio por eso suelen estar asociados a que pasar frio hace que se enfermen, pero en realidad no es esa la causa. Para enfermarse se necesita que haya un virus circulando, por lo tanto, que ellos estén descalzos no los hace enfermar más”.

Al estar calzados, en cambio, nos perdemos la posibilidad de descargar la energía acumulada durante el día en la tierra, y de tener el contacto con el suelo y el medioambiente. Los chicos, como lo saben de manera natural, lo hacen de manera intuitiva; somos los adultos quienes la gran mayoría de las veces impedimos este contacto con el suelo y los limitamos creyendo que es lo mejor.

Como mencionaba antes nuestra experta consultada, las infancias, a través del contacto con el suelo, toman registro de todo lo que pasa en el medioambiente a partir de moverse libremente, por lo tanto, el calzado, los condiciona.

Solo hay que estar atentos a que el suelo sea seguro, es decir, que sea en espacios de confianza y, generalmente, privados. Los parques comunitarios, las instituciones escolares y clubes, entre otros ejemplos, pueden tener en sus suelos elementos cortantes como vidrios, pinches, o suciedades de animales. En esos casos, sí se recomienda calzado.

No hace falta calzarlos en los patios, balcones o jardines de tu casa o de alguna casa amiga, como tampoco necesitan calzado cuando están con la posibilidad de tocar el mar, el río o la arena.